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PRACTICANDO MINDFULNESS CON NIÑOS Y ADOLESCENTES
Mindfulness significa concentrarse en el momento presente, observando objetivamente la respiración, las emociones, los pensamientos o las sensaciones físicas corporales, sin juzgar y sin reaccionar a lo que nos ocurre. Es una técnica universal, que deriva del budismo, pero depurada de dogmas sectarios. Su puesta en marcha tuvo lugar originalmente en ambientes clínicos, transfiriéndose más tarde a otros contextos educativos y sociales. Mindfulness nos abre la consciencia y nos cambia a nivel individual y colectivo, volviéndonos más compasivos y empáticos. Los estudios realizados sobre los efectos de mindfulness en diferentes países del mundo han encontrado múltiples beneficios de su puesta en práctica, en diferentes contextos y niveles. Biológicamente, se han obtenido transformaciones fisiológicas en el cerebro, unidas a un descenso en el estrés y ansiedad. En el entorno académico, cognitivo y emocional se han encontrado mejoras en la atención y concentración, autoestima, equilibrio emocional, autorregulación, empatía, relaciones con los demás y un mayor estado de bienestar y felicidad en general. Ha demostrado ser también una herramienta clave de ayuda para el profesorado, tanto en su vida personal y como profesional, ya que los que lo practican han reducido su agotamiento y falta de motivación, han mejorado en tareas de equipo y en las relaciones personales y han aumentado sus niveles de resiliencia y autorrealización. En este libro se muestran programas mindfulness llevados a cabo en el ámbito internacional y nacional, y el programa «Ser-consciente», creado por sus autoras. Con este programa se pretende sensibilizar sobre la importancia de mantener la atención consciente en la vida diaria. Sin embargo, también hay limitaciones de la puesta en marcha de mindfulness, ya que requiere de formación, práctica continuada y maduración personal. (cont.)