El corazón de Marta no pasa por su mejor momento y no se le ocurre nada mejor que huir al fin del mundo, allí donde solo hay olas y surfistas perdidos: Puerto Malabrigo. Para entenderla, la acompañaremos al pasado, donde conoceremos a sus alocados amigos. ¡Ah!, y a Tom. Ese ex al que es difícil resistirse y al que, para colmo, no le gusta que rehagas tu vida. Mientras tanto, en su viaje, Marta conocerá a un peculiar español: Raúl, cocinero y obsesionado con conseguir la receta de las Bombas de mar, un fabuloso manjar del que pocos conocen su secreto. Quizás, Puerto Malabrigo sea algo más que un pueblo perdido, quizás sea el punto de encuentro entre el pasado y el presente, un presente lleno de aventuras que puede que desenreden el futuro.