Quiebra una rama, el presente se seca, brota el pasado. Diez años después de su separación, Ginés y Delia viven las consecuencias. Ginés sobrelleva cada día, vuelve a las tierras que ya no son su hogar y cuida de su madre Flora, olvidada en la oscuridad de una vieja casa de pueblo. Obsesionada con Marta, su problemática hijastra adolescente, Delia disfruta junto con Ángel, turbio criador de perros y dueño de un bar, del dinero que obtuvo por la imprevista venta de esas tierras. El sol calienta, el agua se evapora, una feroz sequía abate el paisaje y lo que fue entre Ginés y Delia vuelve a surgir. Un sentimiento de pérdida los atrae, altera y entrelaza sus acciones, afectando a las personas que los rodean. Un vínculo que se acrecienta cuando Marta se escapa de casa. Una sed que los lleva a debatirse entre el odio y el amor, entre el rencor y el perdón, y que irremediablemente tendrán que afrontar. Cinco personajes, construidos a través de instantes, vivencias y de un asfixiante ambiente, empiezan a tomar conciencia de sus vidas. Nos muestran la maternidad, la desesperanza, la crueldad, el aislamiento y el desamparo en una sociedad en proceso de cambio mediante una coreografía de imágenes y breves escenas dominadas por emociones contenidas y un lenguaje poético.