Haz clic en la imagen para ampliarla
REPÚBLICAS BÁLTICAS
Tres jóvenes países que después de alcanzar por segunda vez en la historia su independencia, 1991, se han integrado en las instituciones europeas y hoy intentan recuperar el tiempo perdido. Porque esa es la primera sensación que se tiene cuando se llega a cualquiera de ellos, un enorme deseo de disfrutar la vida, recuperar un tiempo en que bajo la tutela soviética se vieron impedidos de desarrollar su personalidad y su propia cultura. Los turistas encontrarán por tanto tres países muy similares pero diferentes a la vez en cuanto a personalidad y concepción de la vida. Como norma general, se podría decir que sus tres capitales, Vilnius, Riga y Tallinn, son sus principales focos de interés cultural y turístico y que los tres países cuentan igualmente con un patrimonio natural muy interesante. Las opciones para el turista son, por tanto, muchas y variadas: en primer lugar, por número de visitantes, aquellos que llegan en los numerosos cruceros que navegan por el Báltico y países escandinavos, haciendo escala en Riga y Tallinn o Klaipeda en Lituania. Por otro lado los que se interesan por conocer unos países modernos en plena transformación y que no dudan a la hora de introducirse en “zonas más profundas” y en tercer lugar, aquellos que quieren disfrutar de unos días de completo descanso y relajación, turistas procedentes principalmente de los países nórdicos y Rusia, clientes de los grandes complejos hoteleros donde se ofrecen todo tipo de atractivos de relajación: spa, tratamientos en balnearios (aguas curativas, baños de lodo, etc.).