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SOY HIJO DE LOS EVUZOK
En 1961 Lluís Mallart marchó al Camerún como misionero. El contacto cotidiano con una realidad cultural distinta, en plena crisis del sistema colonial con la proclamación de las independencias africanas, llevó al autor a reflexionar sobre el sentido de su misión. Poco a poco, se fue convenciendo de que debía ser infiel a su misión y se convirtió en antropólogo. Soy hijo de los Evuzok no es un tratado de Antropología. Es una iniciación académica -pero no por ello menos rigurosa- para descubrirla y practicarla, que nos recuerda cuán cerca está de nosotros el continente africano y cuán lejos está aún de los departamentos de Antropología de nuestras universidades. A finales de 2006 Lluís Mallart realizó un corto viaje al Camerún para presentar sus dos hijos a los Evuzok que los reconocieron como sus "nietos". La presente edición concluye con un epílogo escrito por Myriam Mallart en el que nos transmite la emoción de descubrir un mundo a la vez familiar y lejano.