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TIEMPO AGRADECIDO POR EL TESTIMONIO DE CARLOS DE FOUCAULD
Este texto ofrece en la primera parte, la experiencia espiritual de un miembro de la Comunidad de Jesús durante toda su vida al amparo del testimonio de Charles de Foucauld. Una experiencia que ha marcado sus criterios de pensamiento y de actuación de modo que puede afirmar que su vida habría sido otra cosa sin la referencia al Hermanito de Jesús. En la segunda parte se puede encontrar un cuarto «tiempo» en este caso «agradecido» (los otros han sido tiempo «aprendido», «abierto» y «dorado»): una confidencia personal de cómo la biografía de Foucauld, los escritos sobre su compromiso de encarnación, los contactos con comunidades y lugares concretos, han inspirado una espiritualidad que subraya la infancia espiritual, el alimento del comportamiento de presencia y transparencia... Es decir, una inspiración evangélica que ha acompañado toda una vida. Carlos de Foucauld (1858-1916), beatificado en 2005, es una de las figuras espirituales más significativas de nuestro tiempo. Queriendo imitar la sencilla vida de Jesús en Nazaret se estableció en el desierto del Sahara, donde vivió solo hasta su muerte a los 58 años. Su vida y sus escritos han sido fuente de inspiración a numerosos grupos de religiosos y laicos de todo el mundo que siguen su carisma.