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TODO FLUYE- RÚSTICA
Stalin ya no está entre los vivos. En 1954, después de tres décadas preso en campos penitenciarios, Iván Grigórievich regresa a Moscú para comprobar que la vida allí ha seguido sin él. Desde el desangelado reencuentro, cargado de contención y culpa, con su primo Nikolái, un científico que siempre se ha mantenido fiel al Partido, o el paseo por el lugar donde vivía la mujer a la que amaba, Iván toma conciencia de la magnitud de la tragedia: la libertad no sólo ha sido asesinada en la política, sino también en la agricultura, en la filosofía y, sobre todo, en el alma de los rusos. A través de la voz del protagonista, Vasili Grossman se adentra en uno de los períodos más oscuros y trágicos del siglo xx, una época que empieza con Lenin, sigue con Stalin y termina en ese destino que nace de los huesos de una generación perdida. Una novela excepcional que además de retratar las miserias de la condición humana, es un grito contra el sinsentido de los totalitarismos y la afirmación de que la libertad es el bien más preciado del hombre. Vasili Grossman terminó el manuscrito de Todo fluye poco antes de morir, creyendo que su obra maestra, Vida y destino, saludada hoy como la gran novela del siglo xx, jamás vería la luz. Todo fluye se convierte así en el testamento literario de un escritor honesto hasta sus últimos días en su búsqueda de la verdad: 'No hay inocentes entre los vivos, todos son culpables: tú, el acusado, tú, el fiscal, y yo, que estoy pensando en el acusado, en el fiscal y en el juez'.