El texto ofrece una técnica que nos permite entender mejor a la persona en su recorrido vital y con ello hacerle partícipe de las trabas que, adormecidas, mitigan sus posibilidades a la hora de vivir con salud y consciencia las oportunidades que alberga de ser feliz y desarrollar su humanidad. Muestra un método sencillo para reconocer el origen de su enfermedad y desasosiegos. La acción viva se condensa en pensamientos -relatos decimos en el texto- que abren posibilidades hacia la felicidad o por el contrario al desazón y la infelicidad. Desde ello se desarrolla un procedimiento para recuperar el relato “verdadero” que nos lance al flujo permanente de la vida; manifestación que es articulada racionalmente desde la lógica filosófica.