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UNA HISTORIA RIDÍCULA
Una historia de amor repleta de humor e ironía por el autor de Lluvia fina.
«Si hay un valor seguro en la actualidad literaria española es la prosa, son las historias, de este escritor extraordinario.» Fernando Aramburu
«Una obra maestra… hija de un prestidigitador, un mago de la palabra. Una fiesta de la inteligencia, y de la sabiduría. Hasta dónde puede llegar Landero si sigue así.» José M. Pozuelo Yvancos, ABC Cultural
Marcial trabaja en una gran empresa de productos cárnicos, y es un hombre orgulloso de su formación autodidacta, de su elocuencia, de su filosofía acerca del mundo, del prójimo y de sí mismo. Bien asentado en la vida, un día conoce a una mujer que no solo le fascina, sino que encarna todo aquello que él envidia: belleza, elegancia, buen gusto, alta posición social, relaciones con gente interesante. Ella, que se ha presentado como Pepita, es estudiosa del arte y pertenece a una familia culta y adinerada. Pero Marcial, que tiene un alto concepto de sí mismo, se cree con cualidades y atractivos para conquistarla. Él mismo nos cuenta su delirante historia de amor, el despliegue de sus talentos para enamorarla, sus estrategias para desbancar a los otros pretendientes, hasta llegar al día culminante en que es invitado a una fiesta en casa de la amada, donde la historia alcanzará un final imprevisto y coral.
«El autor de Lluvia fina o El huerto de Emerson asciende en su maestría.» Juan Cruz, El Periódico
«Qué bien sabe Landero cerrar una novela cuyo inolvidable clímax apoteósico ha conducido al lector magistralmente. Extraordinaria. Otra vez.» Ricardo Baixeras, El Periódico
«Landero vuelve a demostrar su gran talento para bordar una historia entrañable y lúcida escrita con una prosa envidiable... Destila irónica ternura y un tono entre desinhibido y resignado. Landero ha acertado una vez más.» Jesús Ferrer, La Razón
«Landero regresa a la ficción más voluptuosa y total... El Landero más poderoso en su figura más secretamente vulnerable, el Landero más firme en su personaje más descreído.» Juan Marqués, La Lectura (El Mundo)