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UNA VENTANA A LAS ESTRELLAS
JUNTOS PODÍAN SOÑAR; SEPARADOS, SUS VIDAS HAN PERDIDO ALEGRÍA.
Ava es una adolescente con una vida demasiado fácil y llena de sueños por cumplir, mientras que la de Sam está llena de oscuridad.
Ella cree haber encontrado al chico con el que vivir las aventuras que tanto desea y él, a la chica que le hace creer que puede soñar con algo mejor. Pero el destino los lleva por caminos diferentes.
Veintitrés años después, Ava es teniente de policía, mientras que Sam ha ido acumulando malas decisiones. En los reencuentros vuelven a compartir confidencias, cervezas y algo más. Sin embargo, los chicos de antaño se han convertido en adultos con menos tiempo para soñar y que se debaten entre su relación y su trabajo.
¿Con qué sueñas, Ava?
Cuando giro la cabeza, le descubro a milado. El aire también le despeina, apartando el pelo de su cara.
Con una ventana a las estrellas. Sam me mira confundido, entornando los ojos y frunciendo el ceño. Sonriendo orgullosa, miro las nubes moverse rápidamente en el cielo y suelto un largo suspiro.
Sueño con no dejar de ver nunca las estrellas, ni siquiera dentro de mi casa.
Por eso quiero una ventana en el techo, sobre mi cama, para poder verlas incluso si abro los ojos de madrugada.