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VERDE SOBRE FONDO GRIS
Hoy, mi única certeza es la libertad del ser humano para soltar las amarras y navegar a la deriva. O para atracar en el puerto del pasado y dejar que el barco se llene de polvo. Esta no es solo una historia, es Mariara condenada por un verde infinito. Porque la vida supongo que es eso: un helado de stracciatella en un mal momento. No tomar la decisión correcta. Y recordar lo que siempre has deseado que fuera irrecordable. Las heridas de la memoria, como marcas de gaviotas sobre la arena, comienzan en la bahía de San Juan de Luz, un pueblo transido por la nostalgia de los primeros años; tiempo después, todos los destinos errantes convergen en Zugarramurdi y aquello que pareciere inconcluso toma finalmente forma.