¿Qué ocurre cuando nuestras almas se cruzan en el ruidoso silencio de un paso de cebra? ¿Nos miramos? ¿Nos intuimos? ¿Nos rondamos el pensamiento? ¿Nos admiramos en la efimeridad del instante? ¿Nos esperanzamos en el otro? Recordando la canción «The Sound(s) of Silence», pienso en lo difícil que nos resulta contemplar al otro. Caminamos la ciudad como autómatas, sumergiendo cuerpo y alma en deberes y rutinas, nos cuesta escuchar y sentir con atención y profundidad lo que ocurre a nuestro alrededor. ¿Qué nos perdemos? ¿Qué porción de belleza se nos escapa? Este libro plantea, de forma poética, algunas de las cuestiones y pensamientos que pueden surgir frente a un paso de cebra, con la convicción de que son universales, nos nacen involuntariamente del pecho, especialmente si eres una persona altamente sensible. Un paso de cebra como punto de partida de un viaje interior. Sin equipaje y sin más pasaporte de vida que un corazón con la valentía de vivir conforme a su propia esencia. Viajar en el yo para posarse en la geografía del nosotros. Quizás así podamos transformar nuestros tiempos de tránsito en tiempos de conexión, nexos de valor, de apreciación del otro. Para eso sirve también la poesía.