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VERSOS DE VENTANA Y LUNA
Incluso la Luna, a través de esa ventana, observaba con cautela cómo dos mundos desnudos caminaban hacia un escrito final. Sin embargo, ese camino tenía piedras, flores y unas canciones nuevas que nunca volverían a escuchar. Quizás lo llames destino o quizás lo llames casualidad. En mi mano ya está escrito, pero en la tuya ¿qué será?