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VIAJE A RUSIA EN 1925
Un lúcido retrato de la Unión Soviética de los años 20.
En 1925, pocos años después de la Revolución rusa, Occidente veía la URSS envuelta de un halo de misterio y extrañeza. En ese contexto, Josep Pla, que a sus veintiocho años ya había viajado por toda Europa, fue a visitar Rusia para sacar una imagen más clara de ese país todavía en construcción. De ahí salieron los dos textos que conforman este volumen, por primera vez traducidos al castellano: Viaje a Rusia en 1925 y el perfil del comunista catalán Andreu Nin.
En Viaje a Rusia el 1925, vemos a Pla —incansable y curioso viajero, brillante cronista— acercarse a todo con la encantadora mirada limpia de la juventud. Así habla de Moscú —cuyo color compara con una «ensalada de pimientos y tomates»—, del Kremlin —«de lo mejor que existe»— y de todo tipo de detalles costumbristas. Pero también aborda con una curiosidad transparente las banderas rojas con la hoz y el martillo, la organización política de la Rusia comunista y la «lógica» revolución bolchevique.
Más descreído, irónico y característico del Pla más conocido, es el homenot (así llamaba Pla a sus perfiles de personalidades) dedicado a Andreu Nin, político y sindicalista catalán que le acogió en Moscú, y que años más tarde moriría trágicamente en manos estalinistas por su adscripción trotskista.
Esta edición, traducida y prologada por la prestigiosa eslavista Marta Rebón, y con imágenes de la época, es un documento de excepción que da a conocer una incipiente URSS a través de la pluma de un cronista excepcional.