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YO TAMBIÉN TE MENTÍ
Paloma y Sanjuán, malditos santificados por la pasión, se dejan llevar del sabor engañoso de la savia, y el deleite venenoso les transforma en Ícaros víctimas de su propia osadía. Qué pocas historias de amor llegan a sorprenderte cuando el tobogán de la vida te hace resbalar por el otoño tardío, camino ya de la cascada definitiva. Toda esta mentira, este delirio, este invento de amor cogido con alfileres que habita en los cuernos de la luna, se convierte en creíble si pisas el umbral de este sorprendente poemario. Esta cosa de la cibernética, aliada celestina alimentando pasiones virtuales. Amor que se cimenta en la fragilidad de lo inalámbrico, que sólo de la palabra escrita se alimenta?